Los pasivos contingentes son obligaciones que tienen su origen en hechos específicos e independientes del pasado que en el futuro pueden ocurrir o no y, de acuerdo con lo que acontezca, desaparecen o se convierten en pasivos reales. Algunos ejemplos de esto pueden ser los avales, las jubilaciones, garantías, planes de pensiones, juicios, entre otros.
¿Qué es un pasivo contingente?
Primeramente, definamos qué es un pasivo. Entendemos por pasivo a la obligación presente, identificada, cuantificada en términos monetarios, que representa una probable disminución de recursos económicos y derivada de operaciones ocurridas en el pasado.
Ahora bien, una contingencia es un hecho que posiblemente ocurra, aunque sin existir la certeza absoluta de ello. De modo que, en el mundo contable, un pasivo contingente hace referencia a una obligación futura pero incierta que tiene raíz en algún hecho pasado.
Dicho esto, la definición de pasivo contingente puede tener dos acepciones:
- Es aquel surgido a raíz de sucesos pasados, cuya posible existencia ha de ser confirmada únicamente por la ocurrencia (o la falta de ella) de uno o más eventos inciertos en el futuro, los cuales no se encuentren enteramente bajo el control de la entidad.
- La obligación presente, surgida a raíz de sucesos pasados, que no se ha reconocido contablemente porque:
- no es probable que la entidad tenga que satisfacerla, desprendiéndose de recursos que incorporen beneficios económicos; o bien,
- el importe de la obligación no puede ser medido con la suficiente fiabilidad.
Pasivo contingente en una empresa
Aunque es común hablar de pasivos contingentes de entidades públicas y de bancos, este concepto es de amplio uso en la iniciativa privada.
El pasivo contingente de una empresa es una obligación asumida por ésta dentro de sus registros contables, cuyo cumplimiento tiene un futuro incierto.
Estos pasivos surgen debido a que las empresas suelen tener obligaciones contraídas tiempo atrás; sin embargo, también suele ocurrir la falta de obligatoriedad para su cumplimiento en el futuro y sólo quedarán satisfechas si llegan a darse las circunstancias adecuadas para ello.
Cómo tratar un pasivo contingente
Para efectos de contabilidad, resultaría poco exacto y poco práctico llevar las obligaciones de pasivos contingentes en los libros diarios pues se trata de gastos que no pueden ser cuantificados. Por ello y para de cualquier modo tener tomados en consideración estos montos, la empresa debe contar con un registro contable de provisiones.
Eso quiere decir que las provisiones son los pagos inciertos a futuro que, se cumplan o no, una empresa debe tener apartados de manera preventiva.
La principal ventaja para la empresa de llevar un libro de provisiones es que estará preparada económicamente para satisfacer la obligación en cualquier momento. A esto se le conoce como «riesgos y gastos».
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