Descubre qué es la discrepancia fiscal y aprende cómo evitarla con nuestros consejos expertos.
La discrepancia fiscal es un concepto crucial en el ámbito tributario que afecta a contribuyentes de todo el mundo. Se refiere a la diferencia entre los ingresos y gastos declarados por un individuo o empresa en su declaración de impuestos y los datos que el gobierno tiene en sus registros.
En este artículo, queremos explicarte lo que es la discrepancia fiscal, sus posibles causas y, lo que es aún más importante, cómo puedes tomar medidas para evitar caer en esta compleja y costosa situación fiscal.
Si deseas mantener tus asuntos fiscales en orden y evitar posibles problemas con las autoridades tributarias, sigue leyendo para descubrir estrategias efectivas para mantener la coherencia entre tus declaraciones y los registros fiscales gubernamentales.
¿Qué es una discrepancia fiscal?
Una discrepancia fiscal se refiere a la diferencia o desacuerdo entre los ingresos declarados por un contribuyente ante las autoridades fiscales, como el Servicio de Administración Tributaria (SAT), y los ingresos reales que ha obtenido.
Esto puede deberse a omisiones, subdeclaraciones, deducciones indebidas u otras prácticas fiscales irregulares que resultan en un monto de impuestos declarados menor al que correspondería según la ley.
Cuando se detecta una discrepancia fiscal, el SAT puede iniciar un proceso de fiscalización y, en caso de comprobarse la irregularidad, imponer sanciones y multas al contribuyente. Es importante mantener la transparencia y la exactitud en la declaración de ingresos para evitar problemas fiscales.
Artículo 91 Ley del ISR
Según lo establece el artículo 91 de la Ley del Impuesto sobre la Renta, la discrepancia se refiere a la diferencia que se detecta entre los ingresos, deducciones, créditos fiscales o depósitos realizados por un contribuyente en su declaración anual de impuestos y la información proporcionada por terceros, como empleadores o instituciones financieras, a las autoridades fiscales.
Ejemplo práctico
Supongamos que Juan es un trabajador independiente que ofrece servicios de consultoría en tecnología. Durante el año fiscal 2022, Juan tuvo ingresos por un total de $50,000, según sus registros financieros. Sin embargo, por diversas razones, decidió declarar solo $30,000 de ingresos en su declaración de impuestos sobre la renta presentada ante el gobierno.
El gobierno revisa la declaración de impuestos de Juan y sospecha que la discrepancia entre los $50,000 que Juan ganó y los $30,000 que declaró podría ser un intento de evadir impuestos. Como resultado, decide realizar una auditoría fiscal.
Durante la auditoría, el gobierno examina los registros financieros de Juan, incluyendo sus cuentas bancarias, tarjetas de crédito, facturas, contratos y otros documentos relacionados con sus ingresos. Descubre que Juan no había declarado algunos ingresos en efectivo que recibió de trabajos adicionales y que no incluyó en su declaración de impuestos.
La discrepancia fiscal en este caso se refiere a la diferencia de $20,000 entre los $50,000 que Juan realmente ganó y los $30,000 que declaró ante el gobierno. Como resultado de la auditoría, el gobierno ajusta la declaración de impuestos de Juan y le exige pagar los impuestos adicionales y las multas correspondientes por la omisión de ingresos.
Erogaciones y sus tipos
Las erogaciones se refieren a los gastos o desembolsos de dinero realizados por una entidad o individuo para diversos fines. Estos gastos pueden variar ampliamente en naturaleza y propósito, y son una parte fundamental de la gestión financiera tanto a nivel personal como empresarial. A continuación, te explicamos los tipos de erogaciones más comunes:
Erogaciones Personales:
– Gastos de subsistencia: Este monto de las erogaciones se refiere a los gastos necesarios para mantener un nivel mínimo de vida, como alimentos, vivienda, servicios públicos, ropa y transporte.
– Gastos discrecionales: Estos son gastos que una persona elige realizar, pero que no son esenciales para la subsistencia, como entretenimiento, viajes, hobbies y otros lujos.
Erogaciones Empresariales:
– Gastos operativos: Son los gastos necesarios para mantener en funcionamiento el negocio, como salarios de empleados, alquiler de local, suministros de oficina, servicios públicos y otros costos recurrentes.
– Inversiones de capital: Estos gastos se destinan a la adquisición de activos a largo plazo, como maquinaria, equipos, terrenos o edificios.
– Gastos financieros: Incluyen intereses y comisiones pagados por préstamos o deudas, así como otros costos relacionados con la financiación.
– Gastos de marketing y publicidad: Incluyen los desembolsos para promocionar productos o servicios, como publicidad en medios, ferias comerciales, campañas en línea, etc.
– Gastos de investigación y desarrollo (I+D): Se refieren a los recursos invertidos en la creación y mejora de productos o servicios.
Erogaciones Gubernamentales:
– Gastos públicos: Estos gastos son realizados por el gobierno para financiar programas y servicios públicos, como educación, salud, infraestructura, seguridad social y defensa nacional.
– Transferencias de ingresos: Incluyen pagos de subsidios, becas, pensiones y otros beneficios económicos proporcionados a individuos o entidades.
Erogaciones sin ánimo de lucro:
– Donaciones y caridad: Estos son desembolsos realizados por organizaciones sin fines de lucro para apoyar causas benéficas o proyectos humanitarios.
Erogaciones de inversión:
– Erogaciones de capital: Se refieren a la inversión de dinero en activos financieros, como acciones, bonos y bienes raíces, con la expectativa de obtener rendimientos futuros.
Es importante que tanto individuos como organizaciones gestionen sus erogaciones de manera efectiva para mantener un equilibrio financiero y alcanzar sus objetivos financieros a largo plazo. Esto implica controlar los gastos, priorizar inversiones estratégicas y, en el caso de las empresas, buscar un equilibrio entre los gastos operativos y las inversiones que impulsan el crecimiento.
Consejos para evitar la discrepancia fiscal
La discrepancia fiscal, también conocida como discrepancia entre los ingresos declarados y los gastos reales, puede tener serias implicaciones legales y financieras. Aquí hay algunas medidas que puedes tomar para evitarla:
1. Llevar registros precisos:
Mantén un registro detallado y preciso de todos tus ingresos y gastos. Esto incluye recibos, facturas, estados de cuenta bancarios y cualquier otro documento que respalde tus transacciones financieras.
2. Declarar todos los ingresos: .
Asegúrate de declarar todos tus ingresos en tu declaración de impuestos. Esto incluye ingresos de trabajo, alquileres, inversiones, ingresos por actividades secundarias, etc. No omitas ningún ingreso.
3. Conoce las leyes fiscales:
Familiarízate con las leyes fiscales y los reglamentos locales que se aplican a tu situación. Esto te ayudará a entender qué puedes deducir legalmente y cuáles son tus obligaciones tributarias.
4. Usa profesionales de impuestos:
Considera la posibilidad de contratar a un contador o asesor fiscal que te ayude a preparar tu declaración de impuestos de manera precisa y a aprovechar todas las deducciones y créditos fiscales disponibles.
5. Conserva documentos:
Guarda todos los documentos relacionados con tus finanzas durante al menos el período de tiempo requerido por las autoridades fiscales en tu país. Esto te permitirá respaldar tus declaraciones en caso de una auditoría.
6. Evita transacciones en efectivo no documentadas:
Trata de evitar realizar transacciones en efectivo que no dejen un rastro de papel o digital. Estas transacciones pueden ser difíciles de rastrear y documentar.
7. Utiliza sistemas de contabilidad:
Utiliza software de contabilidad o aplicaciones diseñadas para ayudarte a llevar un registro preciso de tus finanzas. Esto facilitará la gestión de tus ingresos y gastos.
8. Cumple con las fechas de presentación:
Asegúrate de presentar tus declaraciones de impuestos a tiempo. No esperes hasta el último minuto para hacerlo, ya que esto puede aumentar la probabilidad de errores.
9. Establece un fondo de emergencia:
Mantén un fondo de emergencia de los depósitos en cuentas bancarias, que sea adecuado para cubrir posibles impuestos adicionales en caso de discrepancias fiscales.
10. Consulta con un abogado fiscal:
Si tienes preocupaciones específicas sobre tu situación fiscal o si enfrentas una discrepancia fiscal, es aconsejable buscar la asesoría de un abogado fiscal o un profesional de impuestos que pueda ayudarte a resolver el problema de manera adecuada y legal.
Recuerda que la evasión fiscal es ilegal y puede tener graves consecuencias legales. En lugar de evadir impuestos, asegúrate de cumplir con tus obligaciones fiscales de manera precisa y honesta. Siempre es recomendable buscar asesoramiento profesional si tienes dudas o preocupaciones sobre tu situación fiscal.
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